"Paranoia"

La sangre verde corría por el cuerpo ya sin vida, los ojos perdidos en el cielo reflejaban una calma nunca antes vista en ese rostro, jamás creerían que ese hombre tendido ahí minutos atrás casi termina con dos vidas. El charco verde se hacia cada vez mas espeso y oscuro, como si todos y cada uno de sus pecados salieran a la luz, impregnando todo, ensuciando todo, marcando todo.
Cuando sus ojos rojos llenos odio se clavaron en su mirada experimentó un miedo nunca antes vivido en su vida, sabia que tendría que correr-¿pero hacia donde?-solo tenia una oportunidad, tomo de la mano a la joven paralizada de terror y corrió hacia el bosque, La respiración agitada le producía un extraño placer, como si un lobo se dispusiera a cazar en solitario, podía sentir el miedo y el sudor frío de los que arrancaban, mientras el solo pensaba en ver nuevamente el rojo carmín de la sangre ajena.
El bosque estaba muy húmedo y se aun se podía sentir la lluvia que anoche callo muy fuerte, sus pasos cada vez se hacían más difíciles y entre el miedo cada vez más latente no podían pensar en nada. El barro hacia que cada vez sus movimientos fueran muy lentos, ellos ya no eran capaces de seguir corriendo, el terror a morir esa noche los había paralizado, mientras sus mentes por separado inventaban mil formas de escapar de ese destino marcado por la luna y la sangre. Sus corazones palpitando se escuchaban a través del forraje de los árboles y el miedo era lo único que se veía en el reflejo de sus ojos casi muertos.
Los ojos rojos inyectados en sangre, bañados con un odio jamás antes visto por aquellos dos jóvenes y en su mano derecha un cuchillo sucio hambriento de sangre lo hacían un ser despreciable, con los ojos en llantos rogaban por sus vidas no querían morir. Esos ojos que solo hablaban de muerte y que tenían un fondo verdoso, en algún momento de la cacería se nublaron, no por efecto de la oscuridad de la noche, sino que por el único brillo de humanidad que quedaba en ese hombre, ese rincón que todos de una u otra forma mantenemos en nuestro ser y que para el había sido una sorpresa descubrir que aun existía. Sentía mucha rabia si, pero algo en su interior hacia que no pudiera concretar aquel maldito acto que minutos antes no hubiese dudado un segundo en hacer, comenzó a temblar, todo su cuerpo temblaba cual niño al salir del mar. Temblando y sin pensar demasiado se decidió por la primera idea que se cruzó por su mente, enfrentar los miedos de su alma y enfrentar a la muerte que lo llamaba a través del bosque, y tomando el cuchillo entre sus manos temblorosas y con un golpe seco lo clavó en su propio cuerpo. Los jóvenes en el suelo no podían entender lo que pasaba, sucios entre barro y el sudor en sus cuerpos entremezclado con las lágrimas que hace poco brotaba de sus ojos, abrazados miraban como aquel hombre que hace unos minutos corría por matarlos, se quitaba su propia vida, los ojos rojos empezaban a cambiar de color ahora eran verdes.
El decidió que si tenia que morir no sería en el bosque, las luces de la ciudad se veían muy cerca, el deseaba volver a ver ese cielo de Valparaíso y esa calles angostas por ultima vez, el sonido del mar se escuchaba como nunca antes y el por primera vez distinguía todo de un modo diferente. La vida se escurría entre esos adoquines llenos de años y pisadas desconocidas, mientras el, tendido en el suelo frío solo veía borrosamente recuerdos de una pasado mas simple, mas feliz, menos oscuro, mientras Valparaíso se desvanecía a sus pies.
La sangre verde corría por el cuerpo ya sin vida, los ojos perdidos en el cielo reflejaban una calma nunca antes vista en ese rostro, jamás creerían que ese hombre tendido ahí minutos atrás casi termina con dos vidas. El charco verde se hacia cada vez mas espeso y oscuro, como si todos y cada uno de sus pecados salieran a la luz, impregnando todo, ensuciando todo, marcando todo.





Este texto fue una invención de Alejandra (en una esquina del mundo) y mió, así que saludos para ella, una gran persona que casi siempre escribe muy egocéntricamente, pero ahora hico el esfuerzo para no hacerlo ja ja espero que les guste aDIOS.
Gracias Venus por el premio.