La pancha

Hoy la Francisca esta mas linda que nunca, pero no quiero que lo sepa obvio, si lo sabe todo cambiaria, que no lo sepa nuca, nunca. Es tan egocéntrica prefiero que piense que no me importa, no es que no me guste como es ella, por algo me llama la atención, ese carácter que tiene es el que hace que no me la pueda sacar de la cabeza,
Sin embargo es ese mismo carácter el que no me permite decirle cuanto me encanta, es raro lo se, pero es así no mas.
Mas de una ves me ha visto mirándola con cara de tonto, es que mirarla es lo que mas me gusta hacer, ella solo se ríe, a veces pienso que ni siquiera es necesario decirle todo esto que me esta pasando, de mas que lo sabe, y si no debe tener alguna idea.
Hoy pienso que esta mas linda que nunca, camina, se ríe, va de un lugar ha otro, siempre dejando a mas de uno pegado en su sonrisa, a veces también pienso que es una obsesión, nunca me ha ido mal con las mujeres, no es que sea un galán, pero logro caerles bien, sin embargo ella, ella siempre parece tener el control, no depende de mi, de lo que haga o como me comporte siempre es ella, cautivarte a mas no poder cuando quiere y una persona insoportable otras, es de esas mujer que jamás tendrías que conocer, pero bueno yo ya la conocí y tengo que vivir con esto.
Tengo un poco de pena, pero no es por la Francisca, o tal vez si, en realidad quiero que no sea por ella, pero de más que es por ella ¿si no por quien mas? .Ayer hablamos, bueno fue ella la que hablo mas, como siempre yo callado, me decía que estaba aburrida
De todo, de verdad que no la entiendo, lo tiene todo, de que puede aburrirse, en fin solo le dije que tenía mi apoyo, es de esas frases que todos dicen pero que nadie siente.
Nos despedimos con un frió beso en la cara

-Francisca espera un momento - que estoy haciendo pensé.
- que pasa, algo que decir - sabia que eso lo decía era para presionarme
- no…bueno si ¿pero? -
- ¿pero que? - estaba seguro que lo sabia
- mira dejemos las cosas como están, se que lo sabes
- ¿saber que?
- que egocéntrica eres quieres que te lo diga solo para alimentar tu gran YO
- ándate ha la mierda - fue lo ultimo que dijo y se fue con lagrimas en sus ojos.

No es raro que nuestras conversaciones terminen así, siempre peleando
Pero ese día fue diferente, en sus ojos realmente había pena, por primera vez creo que le importó, no fue necesario que me lo dijera sus ojos ya lo hicieron por ella.
Tengo un poco de pena, pero esta se entremezcla con alegría, pena por haberla tratado como lo hice, pero alegría por que estoy seguro de que ella sabe lo que siento, y quiéralo o no le importo.